Esta pieza artística es un mandala circular elaborado con mosaico veneciano, representando un sol estilizado cuyos rayos ondulantes se extienden desde un núcleo cálido en tonos rojos y naranjas hasta un fondo celeste y azul profundo que evoca el cielo. Cada tesela ha sido cuidadosamente colocada a mano, creando un efecto dinámico de luz y movimiento que simboliza la energía, la vitalidad y el ciclo eterno del día.
El diseño combina elementos espirituales y decorativos, fusionando la estética tradicional del mandala —símbolo de equilibrio y totalidad— con el poder arquetípico del sol como fuente de vida. Ideal para embellecer muros, pisos, spas o espacios meditativos, esta obra aporta calidez visual y un enfoque vibrante en cualquier ambiente donde se instale.
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